La Sexta Cruzada (1228-1229),
Fue emprendida en 1227
por el emperador del Sacro Imperio romano Germánico, Federico II de
Hohenstaufen. La sexta Cruzada fue una cruzada pacífica, ya que se resolvió por
medios diplomáticos, evitando así la confrontación militar.
Tras el fracaso de la
Quinta Cruzada, el emperador Federico II de Hohenstaufen firmo el Tratado de
San Germano (1225), y se comprometía a llevar una cruzada hacia Tierra Santa,
pero por razones políticas había retrasado en varias ocasiones el inicio de su cruzada
a Jerusalén. Pero cuando en el año 1227, debido a una enfermedad, se vio
obligado a posponer la cruz una vez más, fue excomulgado por El Papa Gregorio
IX. Sin embargo, al año siguiente, Federico fue a Jerusalén, mientras que el
Papa lo llamó "Anticristo. Esta cruzada fue la única pacífica que tuvo éxito.
Por último, en el verano de 1228, después de muchas dudas, finalmente, Federico II decidió emprender la cruzada para liberarse de la excomunión que el Papa le había otorgado, el emperador germano era defensor del diálogo con el musulmanes, religión que tanto lo fascinaba, por eso prefirió hablar en lugar de luchar. Al mismo tiempo, el Papa proclamó otra cruzada, esta vez en contra de Federico II, y así arrebatarles las posesiones de este emperador en la Península Itálica.
Por último, en el verano de 1228, después de muchas dudas, finalmente, Federico II decidió emprender la cruzada para liberarse de la excomunión que el Papa le había otorgado, el emperador germano era defensor del diálogo con el musulmanes, religión que tanto lo fascinaba, por eso prefirió hablar en lugar de luchar. Al mismo tiempo, el Papa proclamó otra cruzada, esta vez en contra de Federico II, y así arrebatarles las posesiones de este emperador en la Península Itálica.
Consecuencias
El Tratado fue de
importancia mundial, ya que hubo un compromiso entre los intereses de Oriente y
de Occidente. Entre sus consecuencias, se produjo un enorme aumento de los
intercambios culturales y comerciales entre el levante y el poniente. Sin
embargo, solo podría mantenerse siempre y cuando el sultán al-Kamil
permaneciera con vida y Federico II fuera capaz de ejercer su influencia en el
Reino de Jerusalén. Los descendientes de estos líderes causaron un contraste
entre mundo cristiano y el mundo islámico.
El emperador Federico
II se mantuvo durante algunos meses en Tierra Santa, intentando, sin éxito,
poner orden a la situación del reino de Jerusalén. La relación con el papado,
sin embargo, no mejoró mucho, el Papa estaba decepcionado por la efímera
victoria y una Jerusalén a merced de los musulmanes desmilitarizada sin paredes
e indefendible, el Papa también se sentía decepcionado por la solución diplomática
de Federico II, pero la razón quizás más importante fue el resentimiento del
Papa por el nuevo éxito de aquel emperador que amenazaba su supremacía en la región
de Italia
La Sexta Cruzada fue un
éxito: Jerusalén es una vez más cristiana y Federico II demostró que los
estados cruzados se podrían mantener por otros medios que no sean militares.
Esta estrategia diplomática se reanudaría a partir de entonces, especialmente
durante Cruzadas 1239.
Pero esta cruzada dejó
atrás muchos problemas sin resolver, las fortificaciones de Jerusalén no se
reconstruyeron, y la ciudad estaría a merced de los musulmanes, luego de la culminación
de la tregua de 30 años acordada. Luego de la partida de Federico II y el fin
de la tregua entre cruzados y musulmanes, el Reino de Jerusalén sería
reconquistaba por las fuerzas islámicas en 1244.
La séptima Cruzada (1248 – 1254)
Tras el final de los
diez años de tregua del año 1229 (Firmado en el Sexta Cruzada) , una expedición
militar cristiana, con pocos hombres y pocos recursos , dirigido por Ricardo de
Cornualles y Teobaldo IV de Champagne, se dirigieron a Tierra Santa, a fin de
fortalecer la presencia cristiana en los santos lugares . Mas no pudieron
impedir que en el año 1244 Jerusalén fue nuevamente saqueada por los turcos musulmanes.
La ciudad de Jerusalén
fue ocupada y saqueadas, no sin crear macabras exhumaciones de los restos de
los antiguos reyes cruzados en el Santo Sepulcro y una masacre de 30.000
cristianos. La noticia conmocionó a todos del cristianismo y decidió organizar
una nueva expedición a la cruzada de Tierra Santa.
Ese año, cuando el El
papa Inocencio IV aperturo el Concilio de Lyon, El rey de Francia Luis IX, posteriormente
canonizado como San Luis, expresó sude deseo de ayudar a los cristianos del
Levante. Luis IX tuvo tres años para formar y embarcar a asu ejercito cruzado,
pero lo hizo con un ejército respetable de 35.000 hombres. El monarca francés
aprovecho las perturbaciones causadas por los Mongoles en el Oriente y
partieron hacia Egipto en el año 1248, hicieron una escala en Chipre en
septiembre del 1248, antes de atacar a Egipto
En junio del año 1249,
los cristianos recuperaron Damieta, que serviría como base de operaciones para
la conquista de Palestina. En el año siguiente conquistarían El Cairo, para
conseguir un flujo de Nilo y porque los musulmanes tomaron el suministro de
alimentos de los cruzados, lo que provocó el hambre y la enfermedades como
escorbuto en las filas de San Luis al mismo tiempo,
Roberto de Artois, hermano del Rey, después de casi ganar en Al - Mansur fue derrotado debido a su imprudencia en la batalla, la ciudad de Al- Mansur, entonces estaba dirigida por el sultan Mameluco, Baybars.
Roberto de Artois, hermano del Rey, después de casi ganar en Al - Mansur fue derrotado debido a su imprudencia en la batalla, la ciudad de Al- Mansur, entonces estaba dirigida por el sultan Mameluco, Baybars.
Consecuencias
De regreso en Francia,
que estaba preocupado por la difícil situación de los caballeros heridos,
especialmente a los ciegos, para quienes fundó, a París, un hospital
especializado: el Hospital del Asilo de Ciegos.
Luis IX pasó cuatro años en el Reino de Jerusalén en un vano intento de revivir la unión cristiana, Ante la nueva amenaza de los mamelucos, insto a reforzar las defensas de los bastiones cristianos y comenzar una política de alianzas , lo que pudo haber dado sus frutos si se hubiera quedado. Luis IX regreso a su reino, sin obtener más resultado que un acercamiento entre los Principado de Antioquía y el Reino armenio de Cilicia.
Luis IX pasó cuatro años en el Reino de Jerusalén en un vano intento de revivir la unión cristiana, Ante la nueva amenaza de los mamelucos, insto a reforzar las defensas de los bastiones cristianos y comenzar una política de alianzas , lo que pudo haber dado sus frutos si se hubiera quedado. Luis IX regreso a su reino, sin obtener más resultado que un acercamiento entre los Principado de Antioquía y el Reino armenio de Cilicia.
La Octava Cruzada (1270)
Luis IX, rey de Francia
estuvo perturbado por los acontecimientos en Siria, donde el Sultán mameluco
Baibars había estado atacando a los pequeños estados Cristianos en Oriente. El sultán
Baibars había aprovechado la oportunidad después de la guerra que enfrentaba a
la ciudades de Venecia y Génova uno contra el otro en los años 1256-1260,
dejando en abandono los puertos sirios que estas dos ciudades controlaban. En
1265, el sultan Baibars había capturado Nazaret, Haifa, Torón, Y Arsuf en el
litoral Palestino. Hugo III de Chipre, Rey nominal de Jerusalén, desembarcó en
Acre para defender esa ciudad, mientras el sultán Baibars marchó hacia el
norte, a Armenia de la cual tomo control. Estos hechos llevaron a la llamada
nueva Cruzada del rey de Francia, Luis IX en el año 1267, aunque hubo poco
apoyo en esta ocasión; Jean de Joinville, un cronista que acompañó a Luis IX en
la Séptima Cruzada, se negó a ir. Luis IX convenció pronto a su hermano Carlos
de Anjou para atacar Túnez primero , lo que les daría una sólida base para
atacar luego a Egipto, esta táctica era el mismo enfoque que la cruzada
anterior de Luis IX, así como también a la Quinta Cruzada, las cuales habían
sido derrotados allí en Egipto.
Consecuencias
El Khalif de Túnez,
Muhammad I al- Mustansir, tenía buena relaciones con los cristianos y fue
considerado un buen candidato para su conversión al cristianismo, pero no hubo éxito.
En julio del año 1270. Luis IX desembarcó en la costa de África, en una
temporada muy desfavorable para el desembarco, ya que gran parte del ejército
se enfermó a causa de falta de agua potable, el propio Luis IX de Francia murió
de un flujo en el estómago, un día después de la llegada de Carlos de Anjou, su
última palabra antes de morrise fue "Jerusalén". Carlos de Anjou
proclamó al hijo de Luis IX, Felipe III, el nuevo rey de Francia, pero debido a
la juventud del nuevo Rey , Carlos de Anjou se convirtió en el actual líder de
la cruzada .
La Novena Cruzada (1271 – 1272)
Luego del fracaso de
Luis IX de Francia para capturar la ciudad de Túnez en la Octava Cruzada, lo
que llevó el Príncipe Eduardo de Inglaterra para navegar hacia Acre en lo que
se conoce como la novena cruzada. La Novena Cruzada fracasó en gran parte
porque el espíritu de las cruzadas estaba ya casi extinto y por el creciente
poder del sultán Baibars y de los Mamelucos en Egipto. También anunciaba el
inminente colapso de los últimos reinos o baluartes cruzados a lo largo de la
costa mediterránea.
En 1268, el sultán
mameluco de Egipto, Baibars, capturo la ciudad de Antioquía, Destruyendo así el
último vestigio del Principado de Antioquía, amenazando de esa forma al pequeño
Condado de Trípoli. Luis IX de Francia, que ya había organizó un gran ejército
cruzado con la intención de atacar a Egipto en el contexto de la Octava
Cruzada, pero se desvió a la vez hacia Túnez, donde él murió en 1270. El
Príncipe Eduardo de Inglaterra llegó a Túnez demasiado tarde para contribuir a
que el resto de la cruzada triunfe en Túnez. En cambio, continuó su camino
hacia Tierra Santa para ayudar a Bohemundo VI, Príncipe de Antioquía y el conde
de Trípoli, frente a la amenaza de los mamelucos en Trípoli y el resto del
Reino de Jerusalén.
Consecuencias
La expedición formada
por parte del Príncipe Eduardo de Inglaterra tuvo falta de recursos y tropas.
Sin embargo consiguió una tregua de diez años de paz y de casi veinte años de
supervivencia de los reinos cristianos en Oriente. Pero luego de concluidas las
treguas traerían a bajo a los estados cruzados, y en 1291 los Mamelucos
eventualmente conquistarían todos los territorios cristianos en Siria.
El período de las
Cruzadas a Jerusalén "Tierra Santa" terminaría, después de 208 años
desde que El papa Urbano II predico la primera cruzada de estas guerras santas.