Jorge Bergoglio
Vida antes del papado
Jorge
Bergoglio es el mayor de los cinco hijos del matrimonio formado por Mario José
Bergoglio y Regina María Sívori, ambos inmigrantes italianos en Argentina,
procedentes del Piamonte. Egresó de la escuela secundaria industrial E.N.E.T Nº
27, con el título de técnico químico. A sus 21 años decidió convertirse en
sacerdote.
Fue
ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969. Hizo su tercera probación en la
ciudad española de Alcalá de Henares. A partir de entonces hizo una larga
carrera dentro de la orden de la cual llegó a ser «provincial» desde 1973 hasta
1979.
Desde
fines de la década de 1960, Bergoglio estuvo ligado a integrantes de la
agrupación juvenil peronista, Guardia de Hierro, que formaba parte de lo que se
conocía como «Organización Única de Transvasa miento Generacional» (OUTG). Las
organizaciones se disolvieron como tales en 1974.
Obispo y cardenal
Jorge
Bergoglio fue consagrado obispo titular de Oca (Auca, en latín) el 20 de mayo
de 1992, para ejercer como uno de los obispos auxiliares de Buenos Aires.
Fue
asignado arzobispo de Buenos Aires el 28 de febrero de 1998, cargo que lleva
añadido el título de primado de la Argentina. El 6 de noviembre de 1998 fue
nombrado también ordinario para los fieles orientales desprovistos de un
ordinario de su propio rito en Argentina.
Durante
el consistorio del 21 de febrero de 2001, el papa Juan Pablo II lo creó
cardenal con el título de San Roberto Belarmino.
Como
cardenal formó parte de la Comisión para América Latina, la Congregación para
el Clero, el Pontificio Consejo para la Familia, la Congregación para el Culto
Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el Consejo Ordinario de la
Secretaría General para el Sínodo de los Obispos y la Congregación para los
Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
Como
arzobispo y cardenal, Bergoglio fue conocido por su humildad, conservadurismo
doctrinal y su compromiso con la justicia social. Optó por promover el diálogo
y acercarse a los distintos colectivos sociales, fuesen o no católicos; así
como por reforzar la tarea pastoral en las parroquias, aumentando la presencia
de sacerdotes en las villas (barrios marginales).
Un
estilo de vida sencillo ha contribuido a la reputación de su humildad: vivía en
un apartamento pequeño en vez de la residencia palaciega episcopal, renunció a
su limusina y a su chofer en favor del transporte público, y cocinaba su propia
comida. Disfrutaba de la ópera, el tango, y el fútbol, siendo socio del Club
Atlético San Lorenzo de Almagro.
Elección al papado
Antecedentes
Durante
el cónclave de 2005 parece que fue uno de los cardenales más votados,
rivalizando con Benedicto XVI. Corrió el rumor de que pidió que no votaran por
él, con lo que declinó el papado.
Durante
el cónclave de 2013 se lo consideró como un candidato reformista, con edad y
capacidad para limpiar la curia. A pesar de ello, no figuraba entre los
papables más sonados.
Elección
El
13 de marzo de 2013, el cardenal Bergoglio fue elegido sucesor de Benedicto XVI
el segundo día del cónclave, en la quinta ronda de votaciones.
Es
el primer papa de procedencia americana y el primero que no es nativo de
Europa, Oriente Medio o el norte de África. También destaca por ser el primer
pontífice hispano desde Alejandro VI y el primero no europeo desde el año 741,
año en el que falleció Gregorio III, que era de origen sirio. Además, es el
primer papa perteneciente a la Compañía de Jesús.
Tras
el nombramiento, cientos de fieles se congregaron ante la catedral
metropolitana de Buenos Aires para celebrar la elección y posteriormente se
celebró una misa en el templo con ese motivo. La elección del papa Francisco
fue también uno de los temas más comentados en las redes sociales, acaparando
en Twitter más de 130 000 mensajes por minuto; siendo hasta la fecha el segundo
evento con más repercusión en la historia de dicha red social.
Nombre pontifical
Tras
obtener la mayoría necesaria en la votación del cónclave, el cardenal Bergoglio
escogió el nombre de Francisco como su nombre pontifical en honor a San
Francisco de Asís, un santo italiano que en el siglo XIII fundó la Orden
Franciscana y que se caracterizó por su entrega a los pobres. Algunos periodistas
señalaron al respecto que su preferencia por este nombre fue un signo de cómo
quiere llevar a cabo su pontificado, y el papa declaró posteriormente a la
prensa que «le gustaría una Iglesia pobre y para los pobres» al explicar el
porqué de su opción por el nombre de Francisco de Asís: «Para mí es el hombre
de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia la Creación».
Papado
Primeros actos
El
14 de marzo de 2013, un día después de ser elegido, dio su primera misa como
pontífice en la Capilla Sixtina. Lo hizo alternando latín e italiano sin la
ayuda de escritos, con un tono didáctico y gesticulando abundantemente.
Respecto a los asuntos que trató, hizo un llamamiento a proclamar el mensaje de
Jesucristo, para evitar ser considerados simplemente como una «ONG compasiva».
Además, destacó la necesidad de que la Iglesia se aleje de lo mundano
edificándose sobre el Evangelio y la piedra angular de Cristo, y no «como los
castillos de arena que hacen los niños que se derrumban fácilmente».
En
su segundo día de pontificado, el viernes 15 de marzo, recibió en audiencia a
todos los cardenales en la Sala Clementina del Vaticano.
El
sábado 16 recibió a los periodistas en audiencia en el Aula Pablo VI, a quienes
bendijo y agradeció por el trabajo realizado durante los días del cónclave. En
dicho acto el papa habló por primera vez desde que fue elegido en idioma
español: «Muchos de ustedes no pertenecen a la Iglesia Católica y otros no son
creyentes, pero respetando la consciencia de cada uno, os doy mi bendición
sabiendo que cada uno de vosotros es hijo de Dios. ¡Qué Dios los bendiga!».
El
domingo día 17 de marzo presidió el rezo del Ángelus desde el balcón de su
apartamento vaticano, ante unas 150 000 personas. Ese día escribió su primer
tuit: «Queridos amigos, os doy las gracias de corazón y os ruego que sigáis
rezando por mí».
Posiciones morales y temas políticos
Disposiciones para recibir la eucaristía
El
texto en su parágrafo 436 dice que "Debemos atenernos a la 'coherencia
eucarística', es decir, ser conscientes de que no pueden recibir la sagrada
comunión y al mismo tiempo actuar con hechos o palabras contra los
mandamientos, en particular cuando se propician el aborto, la eutanasia y otros
delitos graves contra la vida y la familia. Esta responsabilidad pesa de manera
particular sobre los legisladores, gobernantes y los profesionales de la
salud".
Bergoglio
también mantuvo una postura crítica hacia los sacerdotes que no bautizan a los
niños nacidos de parejas no casadas o a los hijos de madres solteras, porque
«apartan al pueblo de Dios de la salvación».
Crítica a la pobreza y la desigualdad
social
Durante
una huelga de 48 horas de servidores públicos en Buenos Aires, Bergoglio opinó
sobre las diferencias entre los "pobres perseguidos por pedir trabajo, y
los ricos que son aplaudidos por huir de la justicia." Ha sido crítico con
lo que llamó un "acostumbramiento" a la pobreza, y se hace patente en
algunos de sus comentarios su oposición al gobierno de Kirchner en éste y otros
temas.
Disposición al diálogo interreligioso
El
mismo día de su nombramiento como papa de la Iglesia católica, Francisco envió
una carta al rabino jefe de Roma Riccardo Di Segni, en la que expresaba su
deseo de contribuir al progreso de las relaciones ante ambas religiones, que se
fueron fortificando progresivamente en las últimas décadas.
Aborto, eutanasia y anticoncepción
El
cardenal Bergoglio, acorde con la postura oficial de la Iglesia sobre estos
temas, ha alentado a su clero y a los laicos a oponerse tanto al aborto como a
la eutanasia, describiendo el movimiento pro-elección como una "cultura de
la muerte" y defendiendo en contraposición la denominada "cultura de
la vida": defender la vida desde su concepción, durante la juventud, la
vejez y hasta la muerte natural. Bergoglio rechaza el uso de anticonceptivos y
se opuso a su distribución gratuita por parte del gobierno argentino.
Oposición al matrimonio entre personas
del mismo sexo
Otra
de los enfrentamientos que tuvo el entonces cardenal Bergoglio con el Gobierno
argentino fue la reforma de la ley para permitir el matrimonio con
independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo,
también conocido como «matrimonio igualitario». El cardenal estaba de acuerdo
con las uniones civiles de personas del mismo sexo, aunque no el matrimonio
homosexual.
El
ex presidente Néstor Kirchner criticó las «presiones» de la Iglesia sobre este
asunto. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner acusó en duros términos a
Bergoglio por la campaña contra el matrimonio entre personas del mismo sexo,
que se debatía en el Congreso. Fernández de Kirchner juzgó la postura de la
Iglesia como propia de «tiempos medievales y de la Inquisición».
Controversias sobre su actuación durante
la dictadura argentina
Jorge
Bergoglio ha sido señalado por algunas personas o instituciones porque
presuntamente colaboró con la Guerra sucia llevada adelante por la dictadura
cívico militar argentino entre 1976 y 1983, aun cuando ninguna denuncia ha sido
presentada formalmente ante la justicia argentina. Más bien, algunas personas
que sufrieron la persecución de la dictadura han afirmado que Bergoglio ayudó a
los perseguidos.
En
1986, el fundador del CELS, Emilio Mignone publicó su libro Iglesia y
dictadura. El papel de la iglesia a la luz de sus relaciones con el régimen
militar donde menciona que Bergoglio estaría vinculado con el secuestro de los
sacerdotes jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jálics ocurrido el 23 de mayo de
1976. Dicha tesis sería reflotada por el periodista Horacio Verbitsky, quien
publicó en 2005 el libro El silencio. La catequista María Elena Funes, quien
estuvo detenida en el ESMA, indicó que los sacerdotes no recibieron la
protección de Bergoglio. El entonces «provincial» de los jesuitas relató que
ante el peligro les ofreció a ambos refugio en la casa de los jesuitas, pero
los dos sacerdotes decidieron continuar su labor social en barrios humildes,
cuando fueron secuestrados. Los jesuitas secuestrados reaparecieron el 24 de
octubre de 1976. Verbitsky intentó asignar responsabilidades al cardenal por
este hecho y presentó cinco testimonios de curas y teólogos para intentar
confirmar el rol de Bergoglio durante la dictadura en el secuestro de los
sacerdotes.
Tras
su elección como papa, desde el Vaticano se afirmó que las acusaciones contra
Bergoglio eran simplemente parte de "una campaña difamatoria bien
conocida” que fue "promovida por una publicación que en ocasiones es
calumniosa y difamatoria", acusando de la misma a la "izquierda
anticlerical".
Declaraciones de activistas por derechos
humanos
La
ex senadora Graciela Fernández Meijide, activista por los derechos humanos, ex
integrante de la Comisión Nacional sobre la desaparición de personas (CONADEP)
y miembro de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, afirmó que no le
constaba «en absoluto que haya sido cómplice de la dictadura» pues «ni hay
datos ni lo pudo probar la Justicia», ya que en todos los años en los que ella
perteneció a la CONADEP y la Asamblea por los Derechos Humanos «nadie lo
mencionó ni como instigador ni como nada». Fernández Meijide también afirmó que
parte de las críticas a Bergoglio se debían a que éste había reprobado las
políticas del gobierno argentino a causa de la corrupción y la pobreza.
En
tanto, el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel opinó tras la asunción
del papa Francisco que no consideraba que él “haya sido cómplice de la
dictadura", pero que creía que "le faltó coraje para acompañar
nuestra lucha por los derechos humanos en los momentos más difíciles”.
Hubo
obispos que fueron cómplices de la dictadura, pero Bergoglio no. [...] A
Bergoglio se le cuestiona porque se dice que no hizo lo necesario para sacar de
la prisión a dos sacerdotes, siendo el superior de la congregación de los
jesuitas, pero yo sé personalmente que muchos obispos pedían a la junta militar
la liberación de prisioneros y sacerdotes, y no se les concedía. Les decían que
sí y luego no se la daban.
Estela
de Carlotto, titular de la organización Abuelas de Plaza de Mayo, se refirió a
Bergoglio tras su elección como papa diciendo: “Que no se olvide de su patria,
nos olvidó un poco, no lo escuchamos nunca hablar de nuestros nietos, ni de los
desaparecidos”.