lunes, 15 de abril de 2013


La Propaganda como Medio Político.
"De forma neutral la propaganda es definida como una forma intencional y sistemática de persuasión con fines ideológicos, políticos o comerciales, con el intento de influir en las emociones, actitudes, opiniones y acciones de los grupos de destinatarios específicos a través de la transmisión controlada de información parcial (que puede o no basarse en hechos) a través de los medios de comunicación masiva y directa."
Richard Alan Nelson, 1996.
Violet Edwards dene la propaganda como “la expresión de una opinión o una acción por individuos o grupos deliberadamente orientada a inuir opiniones o acciones de otros individuos o grupos para unos nes determinados” (1938:40)
La propaganda es casi tan Antigua como el hombre. Desde que el hombre busca organizarse social y políticamente, también busca influir en la conducta de las personas en su favor, es por esto que surge la propaganda en un principio con fines religiosos, y evolucionando hasta enfocarse en la política y en un término igualmente antiguo, la opinión publica.
Pizarroso 2003, un aspecto fundamental de la propaganda es la persuasión, “promover una dependencia interactiva emisor - receptor con el objetivo de influir sobre el. Por ellos una propaganda es un proceso de persuasión a su vez basado en técnicas psicológicas y la sugestión.”
Sun Tzu en su libro El Arte de la Guerra escrito aproximadamente en el año 500 antes de Cristo, enseña que la guerra se basa en una serie de estrategias para confundir y vencer sobre el enemigo, pero el mayor desafío para los lideres guerreros era persuadir a los soldados para ir a la guerra, por lo que debían tener una alta formación oral para convencer y persuadir.
Nicolás Maquiavelo (1513) en sus teorías jurídico políticas, recomendaba al príncipe que debía hacerse respetar por sus súbditos mediante el engaño, miedo y astucia, pero antes de hacerlo debía persuadirlos, había que usar la propaganda política para lograr sus objetivos.
En la época feudal, también llamada era del absolutismo se evidencia el uso de la propaganda tanto religiosa como política. La iglesia ejercía gran persuasión sobre el pueblo con el habla y el miedo, mas sin embargo los llamados “renacentistas” influyen sobre la sociedad mediante una propaganda un poco más profunda, es decir, discursos, canciones, símbolos.
La Primera Guerra Mundial marca la historia de la propaganda con la puesta en práctica de enormes campañas de información y propaganda planificadas y organizadas desde los Estados. Estas campañas pretendían que los ciudadanos amasen a su patria, que odiasen al enemigo y que trabajasen en las fábricas de armamentos y otras. Buscaban el apoyo de los ciudadanos a los intereses gubernamentales, nacionales en tiempos de guerra. Se inauguraban así, los conflictos modernos, devastadores y totalizadores, que absorben al conjunto de la población, sin distinciones entre ejércitos y población civil.
Se emplearon mensajes destinados a canalizar emociones, tanto de valor como de odio, a estimular el esfuerzo industrial, a promocionar el ahorro de determinados productos, como combustible y ciertos alimentos, a pedir la discreción ante el peligro de los espías, a obtener préstamos de guerra, a organizar servicios sanitarios, de bomberos o de policías, etc. También las organizaciones caritativas hacían campañas destinadas a ayudar a los combatientes, a los prisioneros de guerra, los mutilados y las víctimas civiles.
A partir del siglo XX se estudia de manera más compleja la propaganda y su difusión se vuelve más metódica y programada. Con esta guerra hace que las estrategias de la propaganda política se concentren primero, en los medios de comunicación masivos, y además se toquen sentimientos diversos en la población.
Anton 2007, la propaganda es efectiva cuando no supone una amenaza para las convicciones de la población receptora, cuando no choca frontalmente con los intereses de la audiencia. En unos casos se apelara al amor, otras al miedo, ira, esperanza, o la culpa.
A mitades del mismo siglo XX, llega la Segunda Guerra Mundial, un gran catalizador de la propaganda política, pues Josef Goebbels, responsable del Ministerio de Educación Popular y Propaganda, en la Alemania Nazi, tuvo un papel clave dentro del estudio, avance y eficacia dentro de la propaganda al establecer todo un sistema político en este fenómeno.
Joseph Goebbels fue el primero en sintetizar en un gobierno los principios de la propaganda, principios por los cuales se guiaría desde 1930 cuando fue nombrado por Hitler jefe de propaganda del NSDAP. Cuando el führer asumió el gobierno en 1933, fue declarado ministro de propaganda e ilustración popular.
Lo primero que hizo para tener un mayor resultado con su propaganda política fue controlar y censurar todos los medios de comunicación y recreación existentes en la época, cine, radio, prensa, teatros y la literatura.
La mayor parte de las técnicas que emplea la propaganda se sustentan en mecanismos muy simples y comunes a la mente humana:
Brown, 19991 “La mayoría de la gente quiere creer que los problemas son sencillos en vez de complejos, quiere que se confirmen sus prejuicios, quiere sentir que no está marginada, lo que implica que los otros sí lo estén, y necesitan señalar a un enemigo que cargue con sus frustraciones”
P. Quentin fue el autor, que en 1943, recopiló los principios de la propaganda científica. En cambio, fue J.M. Domenach el encargado más tarde de difundirlas en La propagande politique.
Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. «Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan».
Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: «Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad».
Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa «como todo el mundo», creando una falsa impresión de unanimidad.
Después de estas dos guerras, las más importantes de la historia, podemos observar que la propaganda ha jugado un gran papel en posteriores guerras, como el caso de la guerra fría, la guerra de Vietman, entre otras, tanto a nivel nacional como internacional en cada país del mundo.
En la actualidad, el uso de la propaganda política es más extenso, es usado en partidos políticos o elecciones de representantes de gobierno, jugando un gran papel los medios de comunicaciones masivas tradicionales, radio, televisión, prensa, y medios de comunicación alternativos, digitales.
En Venezuela, actualmente vivimos en una sociedad polarizada por sus ideales políticos, bastante marcada, oficialismo y oposición, los cuales hacen un gran uso de la propaganda política para atraer simpatizantes. Con las prontas elecciones esta propaganda se intesifica, y hasta cierto punto, como ya hemos visto anteriormente en nuestra historia, se vuelve deshonesta.
Este concepto y sus técnicas, se pueden vislumbrar claramente en la campaña presidencial por la reforma constitucional “si” “no” del 2007. El Presidente Chávez hizo una gran campaña propagandista basada en logos, música, colores, discursos, concentraciones que aunque no tuvo el efecto esperado, es un claro ejemplo de propaganda en nuestro país.

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